Trump, el pulso global: de Petro a Cisjordania en un convulso 26 de octubre de 2025

Donald Trump, desde la Casa Blanca, intensifica sus políticas y su retórica en múltiples frentes. Las tensiones escalan con Colombia por la guerra contra el narcotráfico y con Venezuela por la presencia militar en el Caribe, mientras lanza una dura advertencia a Israel sobre la anexión de Cisjordania. Un panorama de alta volatilidad con implicaciones directas en la geopolítica y la economía regional.

El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca ha marcado un giro drástico en la política exterior estadounidense, con una notable intensificación de sus políticas migratorias y un discurso beligerante contra el narcotráfico latinoamericano. Este 26 de octubre de 2025, el tablero global se presenta especialmente agitado por las confrontaciones directas que el presidente estadounidense ha decidido abanderar.

El frente colombiano: una ayuda suspendida y cruce de acusaciones

La relación entre Washington y Bogotá atraviesa uno de sus momentos más delicados. La semana pasada, Donald Trump anunció la suspensión de la ayuda económica a Colombia, acusando al presidente Gustavo Petro de “inacción” en la lucha contra el tráfico de drogas y de ser un “líder del narcotráfico”. Esta medida llega en un contexto donde el cultivo de coca, según estimaciones del gobierno colombiano y la ONU, ha aumentado aproximadamente un 70% bajo el mandato de Petro.

Trump fue explícito en sus advertencias: “si Petro no toma cartas en el asunto con los campos de producción de estupefaciente, EE. UU. lo hará por él y ‘no será bonito'”. La retórica se endureció aún más cuando Trump calificó a Petro de “matón” y “hombre malo” que ha perjudicado a Colombia, responsabilizándolo de la producción de “todo tipo de porquerías que son drogas, drogas malas que entran a Estados Unidos“.

La respuesta de Petro no se hizo esperar. A través de su cuenta en X, tildó a Trump de “grosero” e “ignorante”, y defendió su talante democrático, incluso exhibiendo una foto junto a Edward Kennedy. Además, el mandatario colombiano anunció que acudirá a la vía judicial en Estados Unidos para responder a las graves acusaciones. La escalada alcanzó un nuevo pico cuando la Administración Trump revocó la visa de Petro, después de que este pidiera en Nueva York a soldados estadounidenses desobedecer órdenes de Trump en apoyo a Palestina.

Desde una perspectiva contable/empresarial, la suspensión de la ayuda a Colombia representa un golpe directo a la liquidez del Estado colombiano, afectando proyectos y programas que dependían de esos fondos. Es una reconfiguración de incentivos que busca generar un cambio de comportamiento, pero que también puede tener costos secundarios en la estabilidad regional. El aumento del 70% en el cultivo de coca es, para EE. UU., un fracaso en el “retorno de la inversión” de sus esfuerzos antinarcóticos.

Tensión en el Caribe: barcos, misiles y la sombra de la CIA

La “guerra contra el narcotráfico” ha llevado a una militarización del Caribe. Desde agosto, la Administración Trump desplegó ocho barcos militares con misiles y un submarino nuclear en áreas cercanas a las costas de Venezuela, argumentando la necesidad de combatir el flujo de drogas en un momento de altos índices de muertes por sobredosis en EE. UU.

El blanco principal de estas operaciones ha sido Nicolás Maduro, a quien Washington acusa de liderar el “Cartel de los Soles”, una supuesta organización criminal en las altas esferas del chavismo. Maduro ha reaccionado activando milicias civiles y amenazando con “formas de lucha armada” si se produce una intervención, mientras que Trump, con sarcasmo, minimizó el entrenamiento de estas milicias.

Las operaciones no se han limitado a la presencia militar. Trump autorizó operaciones encubiertas de la CIA en Venezuela y no descartó posibles ataques terrestres contra cárteles de drogas. En respuesta, Maduro denunció el “crimen alevoso” de los ataques estadounidenses contra supuestas narcolanchas, que han dejado al menos 37 muertos, incluyendo civiles colombianos en el Pacífico oriental, y cuestionó la moralidad de no detener a los sospechosos en lugar de atacarlos.

Para entender esto en clave empresarial, el despliegue militar implica costos operativos masivos para EE. UU., impactando su presupuesto de defensa en un momento de otros compromisos globales. La retórica y las acciones militares son una inversión estratégica para proyectar poder y presionar a los gobiernos regionales, pero con un alto riesgo de escalada y potenciales “costos hundidos” si no se logran los objetivos deseados. Para Venezuela, la activación de milicias es un “costo de oportunidad” que desvía recursos humanos y materiales de otras áreas prioritarias.

Israel y Cisjordania: la amenaza de perder el apoyo de Washington

En una entrevista con la revista Time, Donald Trump lanzó una severa advertencia a Israel: el país podría perder el crucial apoyo de Estados Unidos si avanzara con la anexión de Cisjordania. Esta postura, reforzada por declaraciones del vicepresidente JD Vance y el secretario de Estado Marco Rubio, choca con los avances legislativos en el parlamento israelí que buscan precisamente allanar el camino para dicha anexión.

Trump justificó su advertencia aludiendo a su “palabra” dada a los países árabes, y destacó el impacto negativo que una anexión tendría en los Acuerdos de Abraham, un logro diplomático que busca normalizar las relaciones entre Israel y el mundo árabe. Aseguró que Arabia Saudita podría unirse a estos acuerdos a finales de año si se mantiene el statu quo. Las declaraciones se producen después de que Trump enviara a altos funcionarios a Israel para reforzar un frágil alto el fuego en Gaza.

Desde una óptica financiera, el apoyo de EE. UU. a Israel representa una columna vertebral para su presupuesto de defensa y su estabilidad económica. La amenaza de retirarlo es un incentivo negativo de un valor monetario y estratégico inmenso. Trump valora los Acuerdos de Abraham como un “activo diplomático” que maximiza el retorno de la inversión en estabilidad regional, y la anexión de Cisjordania sería vista como una “pérdida de valor” de ese activo.

En resumen, la agenda de Donald Trump, a fines de 2025, está marcada por una política exterior asertiva y confrontacional. Las consecuencias de estas decisiones, desde la suspensión de ayuda hasta las advertencias geopolíticas, tienen un impacto inmediato en la estabilidad y las dinámicas económicas de regiones clave, marcando un rumbo de incertidumbre y posibles reconfiguraciones de alianzas y prioridades internacionales.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *