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El Plan de Donald Trump para Gaza: Lo que el Acuerdo de Paz del 13 de Octubre de 2025 significa para la región y su economía
Descubre cómo el acuerdo histórico firmado el 13 de octubre de 2025 por Donald Trump y otros líderes mundiales busca transformar la región. Conoce los detalles del plan que promete fin a dos años de conflicto, reconstrucción económica y un posible nuevo orden político en Gaza.
Sharm el-Sheij, 13 de octubre de 2025. En un momento que promete redefinir el futuro de Oriente Medio, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha rubricado hoy un histórico acuerdo de alto el fuego en Gaza, un plan diseñado para poner fin a dos años de conflicto y sentar las bases de una nueva era. La cumbre en Egipto, que contó con la presencia de una treintena de líderes mundiales, marca un punto de inflexión cuyas repercusiones se sentirán en el día a día de millones de personas y en la economía global.
Un Acuerdo Histórico Sellado en Egipto
En el balneario egipcio de Sharm el-Sheij, Donald Trump, junto a los presidentes Abdel Fatah al Sisi (Egipto), Recep Tayyip Erdogan (Turquía) y el emir Tamim bin Hamad Al Thani (Catar), firmaron un documento que, según Trump, detallará “muchas normas y regulaciones” para garantizar su cumplimiento. La ceremonia, presidida por Al Sisi y Trump, culmina intensas negociaciones que contaron con el mediador egipcio y las autoridades qataríes, recibiendo el mandatario estadounidense la máxima distinción civil de Egipto por su papel.
Este ambicioso “plan de paz” de Trump aborda varios puntos críticos. Tras la liberación de todos los rehenes israelíes por parte de Hamás –20 vivos y los restos de 28 personas–, y la excarcelación de casi 2.000 prisioneros palestinos, el acuerdo busca la reconstrucción de las zonas más afectadas de Gaza, la reapertura de los pasos fronterizos y la entrada inmediata de ayuda humanitaria esencial. Además, contempla el regreso de miles de personas desplazadas y la creación de un comité internacional para supervisar los compromisos.
El Futuro de Hamás y la Gobernanza de Gaza
Uno de los pilares del plan es la desmilitarización de Hamás y su retirada del gobierno de Gaza, que ha controlado desde 2007. El documento establece que aquellos miembros de Hamás que se comprometan a la coexistencia pacífica y entreguen sus armas serán amnistiados, mientras que quienes deseen abandonar la franja recibirán salvoconductos.
Si bien Hamás ha mantenido una presencia armada temporal para funciones de policía local, con el aval de Estados Unidos para evitar grandes problemas, el plan de Trump prevé que no tendrá ningún papel en la futura administración de Gaza. En su lugar, la franja será gobernada por un “gobierno temporal de transición de tecnócratas palestinos” enfocado en prestar servicios cotidianos a la población, incluyendo la destrucción de infraestructura militar ofensiva, como los túneles.
Según el analista internacional Carlos Novoa, Hamás, aunque debilitado militarmente (pasando de unos 30.000 a entre 2.000 y 3.000 combatientes), aún conserva la capacidad de reclutar nuevos militantes, especialmente entre jóvenes sin esperanza. Sin embargo, su control temporal está condicionado a no atacar a Israel. Cualquier lanzamiento de misil podría desencadenar una reanudación de las hostilidades, incluso sin la aprobación de Estados Unidos. Novoa también destaca un creciente descontento interno contra Hamás en Gaza, que podría ser estratégico para clanes armados opuestos al grupo islamista.
Voces Disonantes en la Knéset y un Incidente Diplomático
No todo el camino hacia la paz ha sido de ovaciones. Durante el discurso de Donald Trump ante la Knéset (el Parlamento israelí), dos diputados, Ayman Odeh y Ofer Cassif, fueron expulsados tras interrumpir al mandatario al grito de “¡Terrorista!” y mostrar carteles con el mensaje “Reconozcan a Palestina“. Los legisladores, que calificaron el plan de Trump como un “proyecto para normalizar la ocupación” y denunciaron un “apartheid” en los Territorios Palestinos, argumentaron que su acción buscaba exigir justicia y el reconocimiento de un Estado palestino. Trump, por su parte, reaccionó con una breve pero contundente frase: “Eso fue muy eficaz”.
En un incidente diplomático paralelo, el presidente colombiano, Gustavo Petro, anunció que demandará a Estados Unidos tras denunciar haber sido vetado de la cumbre en Egipto, un episodio que subraya las tensiones latentes incluso en momentos de aparente unidad global.
Mirada Contable/Empresarial: Inversión en Estabilidad
Desde una perspectiva contable y empresarial, la firma de este acuerdo representa un intento crucial de restaurar la liquidez económica y la estabilidad en una región históricamente volátil. Los vastos recursos destinados a la reconstrucción de Gaza, apoyados por garantes internacionales como Estados Unidos, Egipto, Catar y Turquía, se perfilan como una inversión de capital a largo plazo.
Se espera que el cese de hostilidades abra márgenes para el comercio, el desarrollo de infraestructura y la mejora de las condiciones de vida, elementos esenciales para atraer inversión extranjera y fomentar el crecimiento local. El desafío residirá en asegurar que los incentivos económicos de la paz superen los costos humanos y materiales de futuros conflictos, transformando la ayuda de emergencia en una inversión sostenible que genere valor y prevenga la inestabilidad. La gestión transparente y eficiente de los fondos de reconstrucción será clave para construir confianza y evitar la corrupción que podría socavar los objetivos del acuerdo. Este es un momento para calcular no solo los beneficios inmediatos, sino también los dividendos de una paz duradera.
Este 13 de octubre de 2025, el plan de Donald Trump para Gaza ha marcado una dirección clara: un camino hacia la reconstrucción y la esperanza, aunque no exento de desafíos y voces críticas. El mundo observará de cerca si este “acuerdo más grande y complejo” logra finalmente sentar las bases para una paz duradera en Oriente Medio.